martes, 10 de junio de 2014

Rellenos de PVC... ¿Ensamblados Mecánicamente o Pegados?

Respecto a los rellenos de PVC  laminares de contacto entre agua y aire de Torres de enfriamiento, existen variadas alternativas: de láminas sueltas, pegadas o ensambladas mecánicamente (MA). ¿Cuál es la mejor alternativa?

Antes de elegir una alternativa, primero repasemos algunos puntos comparativos entre todos los tipos de rellenos.

1.- Eficiencia

La superficie de contacto para un modelo de relleno similar en cada alternativa es la misma, es decir no depende si las láminas están pegadas, sueltas o ensambladas, o al menos si se produce una diferencia esta es mínima.

2.- Calidad

Si nos referimos a calidad como sinónimo de durabilidad, debemos hablar del espesor de las láminas. Si todas las alternativas presentan el mismo espesor, podríamos decir que presentan calidades similares y por lo tanto una vida útil similar en igualdad de condiciones de operación.

3.- Resistencia Estructural

La resistencia estructural es muy importante para la duración del relleno.
Sobre todo si el golpe de agua desde las toberas hacia el relleno es muy fuerte, si se realizan mantenciones y lavado de los rellenos y por último si se desmontan y se vuelve a realizar el montaje de los rellenos cuando se interfiere el equipo.


Este último punto es crucial, cuando las condiciones de operación no son las óptimas.
Si el agua posee mucha dureza, entonces se producen muchas incrustaciones, si el aire contiene mucha polución o material particulado producto de procesos productivos, o si el agua se contamina con materias proveniente de procesos, entonces el relleno presentará acumulación de residuos, lodos, sedimentos, incrustaciones, algas, musgos, etc. Lo cual hace que el relleno se sature, esto puede destruir el relleno sobre todo cuando debe ser retirado.

 



La diferencia entre los tres tipos de rellenos se da principalmente cuando se realiza una mantención, limpieza, lavado o cualquier actividad que requiera el retiro, manipulación o montaje de los rellenos fuera de la torre de enfriamiento.
Cuando se retira un relleno saturado de sedimentos, pueden llegar a pesar hasta 1 ton/mt3. Cuando esto ocurre lo usual es que el relleno lo dejen caer y se rompa o sencillamente se parta en dos por su propio peso. El peso normal de un relleno es de 28 kg/mt3.  Si el relleno se satura pero alcanza una condición en la cual pueda ser manejable, o sea, con un peso menor a 1 ton/mt3, entonces el relleno pegado puede resistir de mejor manera la manipulación, limpieza y golpes, que un relleno MA, puesto que el relleno pegado posee mayor cantidad de puntos de unión que el ensamblado mecánicamente. En esta comparación el relleno de laminas sueltas queda totalmente descartado, porque su condición impide una limpieza adecuada y su posterior montaje, ya que al separarse una lamina de su compañera, volver a colocarlos resulta casi imposible, y si se pone mediante algunos trucos como amararlas, difícilmente llegará a tener la configuración original. Si no posee la configuración adecuada, el relleno pierde eficiencia.

 

La resistencia de un relleno pegado es superior a un relleno ensamblado mecánicamente.
Durante el proceso de pegado las laminas son humectadas con un pegamento de PVC, el cual funde las laminas en los puntos de contacto haciendo que las laminas se transformen en una sola, algo similar ocurre cuando se pegan las tuberías de PVC, lo que se conoce como soldar las tuberías y los fittings.
El ensamblado mecánico, consiste en la unión de las placas mediante presión, lo cual hace que los puntos de contacto, se “abrochen” mediante sus puntas y valles diseñados especialmente para esto. Este broche es bastante firme, no tanto como una soldadura, pero el problema mayor es que por la configuración del relleno, los broches son muy pocos en el relleno, lo cual genera que el relleno se comporte como un cuaderno abierto cuando pierde algunos puntos de unión.
Esto se produce cuando el relleno debe ser lavado o manipulado, y sobre todo si debe ser dimensionado a un tamaño menor, porque al cortarse, pierde puntos de ensamblaje y sus uniones se reducen quedando las laminas abiertas.

Algunos proveedores destacan al relleno ensamblado mecánicamente como la panacea, como lo mejor de todo, pero a decir verdad, eso no es cierto.
Las ventajas que podría presentar se deben solamente a que pueden ser un poco más baratos.

Si se presenta como una alternativa ambiental amigable, eso podría ser real solo hasta cierto punto, porque si bien no se utilizan solventes, lo cual evita emisiones de COV (compuestos orgánicos volátiles), estos no serían mayores a los procesos donde se utilizan fibra de vidrio.
Además los fabricantes de este tipo de relleno, solo pueden suministrar 2 o 3 tipos de rellenos ensamblados mecánicamente, mientras que todos los demás modelos de rellenos incluyendo los eliminadores de rocío, son armados mediante pegamento, o sea una contradicción.
Al ser más débil estructuralmente, resiste menos lavados y menos mantención, lo cual hace que su uso en condiciones desfavorables de operación, se limite a 3 años, mientras que uno pegado puede resistir hasta 6 años o más.
Esto es toda una estrategia comercial, ya que el producto está orientado a tener una menor vida útil, o sea, ser más desechable, lo cual genera más residuos, que no son reciclables, en resumen de ambiental no tiene nada.
El ensamblado mecánico se origina en USA, principalmente para abaratar la fabricación al depender de menos trabajadores para armar los rellenos. En Europa se sigue usando el relleno pegado.
En conclusión, el relleno pegado, sigue siendo superior en muchos aspectos, comparado con su par mecánicamente ensamblado y qué decir de las láminas sueltas.
Es preciso aclarar que mucho de los productos del mercado, son etiquetados verdes o ambientalmente amigables, solo como una estrategia comercial, porque al mirar un poco más en profundidad nos damos cuenta de que solo es una pantalla para vender más.

Articulo Técnico
Tibor Rimler
Biólogo Ambiental
Universidad de Chile, Facultad de Ciencias.